lunes, 5 de marzo de 2007

¿Qué pasa si mi país no quiere ser doctor de mayor?

El miércoles recién pasado asistí a la presentación del “Libro blanco de la robótica”, bueno como critica al título debería añadir lo que quedó en el tintero… “en España”. Pero, no es la idea de este comentario la puntualización del título, pues cae de cajón apenas se revisa sus primeras hojas.
Es un ejercicio de prospectiva sobre el campo de la robótica en España, y dado a su inminente revolución, las líneas que se deben abordar para no quedar en la cola tecnológica una vez más. Aquí destaca la robótica de servicios, haciendo énfasis en el boom de algunos robots de servicio que están comenzando a aparecer en algunos hogares. Ejemplo la aspiradora de iRobot romba, o las mascotas educativas como el Aibo.


Volviendo al libro blanco de la robótica. En él, un grupo de expertos sostiene las áreas donde España puede destacar y ser un punto de referencia en la muy posible revolución robótica. Debemos recordar que España es un país con una Banca muy fuerte y que su principal fuente de ingreso, como país, es el turismo y las actividades hosteleras asociadas, además de la ayuda de su deporte nacional, el pelotazo inmobiliario. Llegando a ser, por medio de estos ingresos una de las diez primeras economías mundiales en la actualidad. Esto puede llenar de orgullo a cualquier estadista, pero la comunidad científica de este país no ve tan claro este inconmensurable logro de la democracia.
En Robótica, que de alguna forma es el área de comentario, se sitúa a la cabeza en cantidad de robot industriales instalados, pero ninguno de ellos se produce dentro de la península, creando una gran dependencia tecnológica… adivinen de quien. Sí, de los mismos de siempre. Por ello el gremio se ha organizado, pretendiendo hacer ver a sus tan destacada Banca y a sus muy orgullosos estadistas que existe la posibilidad de generar empresas en una nueva punta de lanza. Convertirse en los Bill Gate de la robótica.
Esta iniciativa es muy destacable y espero sea tomada en serio, por lo menos dirigir los esfuerzos económicos según las pautas diseñadas por el mismo sector (cosa que a priori parece obvia, pero en política demagógica ya se sabe…). Estamos hablando de un sector que se organiza y dice lo que quiere y como lo quiere, un esfuerzo que requiere una masa critica importante, lo que significa que pueden llevarlo a buen puerto. Quizás el merito esta en ello, en la organización del sector, en este caso agrupados en la CEA-IFAC.

Esto nos lleva a pequeñas tribus dentro de un estado que si tienen la conciencia de quienes son, para donde quieren ir y sus capacidades, tienen el derecho a forjar su camino. A medida que avanzan su ejemplo llevara a la organización de otras tribus que definirán el lineamiento de lo que el país puede llegar a ser.

En base a estas tribus avanzadas, se marcaran las directrices de lo que somos como nación. Éstas son las que sabrán utilizar mejor nuestros recursos como país, pues saben a donde quieren ir. No todos pueden ser los primeros, pero se debe escoger en que se quiere ser el primero. Según nuestras necesidades realizar un delineamiento para satisfacernos como sociedad. Ello implica, nuevamente una reflexión de la masa critica. Sentarse a pensar y definir un plan estratégico de país. Hay muchas posibilidades de crecer y no todas significan comenzar desde el invento de la Rueda, sólo pasa por ponernos de acuerdo.

Cada país tiene un cúmulo de recursos que debe administrar para un día llegar a ser el medico que mamá siempre quiso, pero ¿quizás no esta preparado ni tampoco le apetece ser ese medico? Hay más profesiones y oficios que son necesarios… averigüemos los nuestros.