jueves, 10 de enero de 2008

Roma y la dolce vita (parte V)

Corria los años 50's, 60`s y el milagro económico italiano se coronaba con el lanzamiento del fiat 500 en 1957. En 1960 Fellini retrataba esta generación en la "dolce vita", donde Marcello, un periodista de poca monta con aspiraciones de escritor persigue mujeres por el centro de Roma. En esa misma época de bonanza, una familia dividía su cocina para crear una habitación nueva, y años más tarde, el padre, dejaba su familia por otra. Para esa familia "la dolce vita" sólo fue una película que todo mundo trata de obra maestra, pero que para ellos solo era una película bastante rara y con un par de situaciones graciosas... algo así, como ver una película de buñuel. La, ahora, cabeza de familia salio a la búsqueda de ese sabor dulce. Sin ningún tipo de experiencia logro conseguir un puesto de costurera en el teatro, allí pudo aspirar a poco más que un terrón de azúcar de todo el "dolce" que se podía ver en las calles. El pequeño departamento esta alejado del galmour de la Vía del corso o ventola, muy cerca de la plaza de San Lorenzo. Ahora, sólo queda recuerdos, que atiborran el pequeño pasillo que recorre todas las habitaciones. Entre todos estos muebles se mueve un perro de no más de 8 meses y una señora que, ahora, lleva un corte de pelo nuevo, igual que el del retrato de lady Di que tiene entre fotos de familia y unas castañuelas hechas con las partes de unas cucharas de madera.
Esta semana ha sido muy movida, luego de poder descifrar gran parte del "cómo" opera el famoso RDK, he viajado a Madrid. Claro, por los días que fui me pareció una ciudad mucho más "dinámica" que Roma, aunque así como cuando hay hambre todo es rico... cuando hay prisa
todo va veloz.
En esta semana: Mi computador ha sido respaldo de la tan esperada lectura de tesis de Jaime, por suerte no fue necesario utilizarlo, pues es conocido el pánico escénico que padecen las maquinas en mis manos. El jueves, corriendo, alcanzamos a buscar la cámara fotográfica, a pesar que el trafico de Madrid se empeñaba en no dejarnos. El viernes entre tesis, comida con Mae y la infaltable visita a Rosa y Marcial (algún día debo escribir toda una crónica sobre las tabernas de Rosa) remojando el final del día en copas de vino y cervezas claras con limón, nos llego el sábado. El sábado apareció la mano de Pablo y comimos allí junto con la familia GUDO, el polo y Mae... -”Que grande esta Elena”-. Por la noche el espectáculo de clausura del Festival de cine de Alcalá, saludos y felicitaciones a Annette, además pude ver a Paola, Marta, María y Luisma. Por la mañana del domingo, Barbara, que con su eterna paciencia conmigo me ha transportado pa' todos lados, me ha llevado al aeropuerto muy temprano en la mañana.
Al llegar a Ciampino use el ticket de bus que había comprado con anterioridad en terravision, 14€ ida y vuelta (Termini – Ciampino). Llego a termini alrededor de las 10 de la mañana y al llegar a casa me encuentro a la señora Giustini, por fin a pasado el peluquero y le ha dejado el pelo tipo lady Di. Esta un poco resfriada, pero el "fluibron" le esta haciendo muy bien y ya se prepara para la campaña contra la influenza. Fili, su perro-rata, aprendio a mear sobre el paño después de dejar innumerables regueros por muchos sitios, incluyendo una marca de terreno en mi "stanza". Hace mucho frío, pero ya han prendido las calderas del edificios, ¿el horario? - de 4 pm a 10 pm - decido ducharme por las noche.
Pienso en la Dolce Vita, quizás hayan muchos personajes en el mundo, que se muevan como Marcello, persiguiendo mujeres por la gran Vía o por Providencia y no comprometiéndose con nada... pero otros tantos, en los mismos países, que solo buscan tomarse el café del día con un poco de azúcar.

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